Sobre mí
Mis padres iban a llamarme Melisa, pero los efectores de la matrix dijeron que no se podía (libertad, libertad, libertad), por lo que tuvieron que pensar otro nombre en el momento, y recordaron la sugerencia de mi tío, así que decidieron llamarme Laura. Debo reconocer que me agrada responder a ese sonido y a su significado (victoriosa).
A los 17 años, como le pasa a la mayoría, tuve que decidir que haría con mi vida, la elección fue bastante difícil porque me gustaba casi todo. Luego de charlar con algunos profesores del centro de adoctrinamiento (conocido como colegio), me incliné por la carrera de Bioquímica, y me recibí en la Universidad de Buenos Aires. Alcancé las expectativas en una sociedad que sufre de titulitis. Luego, como era lo esperado, seguí jugando en esto que parece un Monolopy, y me desempeñé en el ámbito hospitalario, fui residente de bioquímica y jefa de residentes. En investigación participé de proyectos nacionales e internacionales dirigidos por OPS y ANLIS. Me entrené y adquirí formación en Biología Molecular tanto en Argentina como en España. Trabajé en la coordinación de las Redes Nacionales de Laboratorios desde el CNRL-ANLIS, dependiente del Ministerio de Salud de la Nación. En el año 2009 fui reconocida por la publicación norteamericana Marquis Who´s Who in the World por los trabajos en Vigilancia Epidemiológica.
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Más allá de los logros profesionales, por los cuales me siento agradecida, me vi en la necesidad de darle un giro a mi existencia. Así fue que en el año 2011 decidí renunciar al cargo laboral que tenía, lo que me llevó a tener tiempo libre y sumergirme en la filosofía, a cuestionar distintos aspectos de lo vivido y aprendido a lo largo de los años, renovando mi cosmovisión. Ahora me dedico a la divulgación científica y al estudio del metabolismo, los nutrientes y la salud desde una visión científica e integrativa.
El tema que más me apasiona es el envejecimiento, pensándolo como un proceso multifactorial y maleable, capaz de ser ralentizado. Estudiando cómo nuestras acciones repercuten en él y en el mantenimiento de la salud.
Todo esto me ha llevado a reflexionar sobre mi propio estilo de vida, y a ocuparme de mejorar los hábitos alimentarios (pasé años comiendo basura industrial). Por otra parte, el ejercicio físico jamás me había gustado, pero entendí la importancia de moverme, y busqué una actividad a mi medida. Aprendí a nadar después de los 40, y desde entonces disfruto de la natación. ¿Mi estilo preferido?, espalda. Otro deporte que descubrí de grande, pasados los 45 años fue el golf.
Existen demasiados mitos en torno a la alimentación, la ciencia avanza a pasos agigantados, sin embargo, el público suele enterarse de esos avances muchos años después. Ciencia al Plato nace de la idea de divulgar los conocimientos actuales en relación a nutrición, metabolismo y salud.
Aquello que comemos puede cambiar nuestra perspectiva a futuro, por esto mismo, cuando se trata de salud deberíamos basarnos en la evidencia científica independiente sin conflictos de interés, y no en "prescripciones publicitarias", charlatanerías y/o dietas milagro.
¿Te animás a un estilo de vida saludable? ¡Vamos a sumergirnos en esta aventura!
Para Preguntas y Propuestas: cienciaalplato@gmail.com
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