La dieta cetogénica no es para todos. ¿Por qué?

Hoy en el blog hablaremos sobre la dieta cetogénica y entenderemos por qué esta dieta no es para todas las personas, más allá de lo que escuchamos o leemos en distintos medios de comunicación.
Empecemos definiendo este tipo de dieta:

¿Qué es la dieta cetogénica?

Es basicamente un plan de alimentación bajo en hidratos de carbono (generalmente menos de 50 g/día de carbohidratos), rico en grasas saludables (provenientes de palta, frutos secos, aceite de coco, y pescados, entre otros). Con este tipo de dieta se busca generar cetosis, es decir formación de cuerpos cetónicos, que serán utilizados como fuente de energía.  En cuanto a la cantidad de proteínas consumidas, existen variantes en la dieta cetogénica, algunas de ellas con hasta 30% de proteínas.
Es recomendable realizarla bajo control médico.

Tipos de dietas cetogénicas:

  1. Dieta cetogénica estándar: esta es una dieta muy baja en carbohidratos con una cantidad moderada de proteínas y alta en grasas. Por lo general, contiene 70 por ciento de grasa, 20 por ciento de proteína y solo 10 por ciento de carbohidratos.
  2. Dieta cetogénica cíclica: esta dieta implica períodos de carbohidratos altos entre los ciclos de dieta cetogénica, por ejemplo, cinco días cetogénicos seguidos de dos días altos en carbohidratos.
  3. Dieta cetogénica dirigida: esta dieta permite agregar carbohidratos adicionales durante los períodos de entrenamiento físico intensivo.
  4. Dieta cetogénica alta en proteínas: esta dieta incluye más proteínas, alrededor de 60 % de grasas, 35 % de proteínas y 5 % de carbohidratos, pero como se puede ver, sigue siendo una dieta muy alta en grasas.
Las dietas 1 y 4 se han utilizado ampliamente. Las dietas cetogénicas cíclicas y dirigidas son adiciones recientes y utilizadas principalmente por culturistas o atletas.
La dieta cetogénica estándar es la más implementada y estudiada.


Estas dietas se aplican principalmente en:

  • Epilepsia refractaria al tratamiento farmacológico.
  • Obesidad y sobrepeso.
Distintas investigaciones muestran evidencia de una pérdida de peso más rápida cuando los pacientes siguen una dieta cetogénica o muy baja en carbohidratos en comparación con los que siguen una dieta más baja en grasas, o incluso una dieta mediterránea. Sin embargo, esa diferencia en la pérdida de peso parece desaparecer con el tiempo.
También se ha demostrado que una dieta cetogénica mejora el control de la glucemia en pacientes con diabetes de tipo 2, al menos a corto plazo. Sin embargo, hay controversia cuando se considera el efecto sobre los niveles de colesterol. Algunos estudios muestran que ciertos pacientes tienen un aumento en los niveles de colesterol al principio, luego se observa que este desciende unos meses más tarde, pero no existe una investigación a largo plazo que analice los efectos sobre la diabetes y el colesterol alto, cuando la dieta se implementa por un tiempo prolongado.

 

¿Por qué las dietas cetogénicas no son recomendables en toda la población?

Porque partimos de la base de que no toda la población es sana, ni toda la población tiene los mismos requerimientos nutricionales.

La dieta cetogénica está contraindicada en:

  • Personas con patologías hepáticas, pancreáticas y/o renales*.
  • Niños, excepto que sufran de epilepsia y el médico aconseje esta dieta. Se ha observado en diferentes estudios que este tipo de dieta impacta negativamente sobre el crecimiento. 
  • Además, algunas investigaciones sugieren que la dieta cetogénica está relacionada con aumento de la testosterona, lo que podría resultar bueno, por ejemplo, para pacientes con hipogonadismo masculino pero no para las mujeres.
*Los pacientes con enfermedad renal deben ser cautelosos porque esta dieta podría empeorar su condición.
Además, algunos pacientes pueden sentirse un poco cansados al principio, mientras que otros pueden tener mal aliento, náuseas, vómitos, estreñimiento y problemas para dormir.
Una de las principales críticas de esta dieta es que cuando algunas personas la implementan por su cuenta (sin asesoramiento de un nutricionista y un médico), tienden a comer demasiadas proteínas y grasas de baja calidad, provenientes de alimentos procesados y ultraprocesados, con muy pocos vegetales.

La dieta definitiva no existe, y mucho menos una que se adapte a todos los mortales del planeta. Sin embargo, podemos seguir una dieta saludable, sin procesar (libre de productos ultraprocesados), colorida (rica en frutas y verduras), con carnes magras, pescado, granos enteros, nueces, semillas, aceite de oliva y por supuesto la mejor bebida de todos los tiempos: agua.
Ah, y no olvides ejercitar tu cuerpo y tu mente.

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Gracias por visitar el blog.

Referencias:
1-Colegio de nutricionistas de la provincia de Córdoba.
2-Harvard Health Publishing. Harvard Medical School.
3-Joshi Shilpa, et al. Ketogenic diets: Boon or bane? Indian J Med Res. 2018 Sep; 148(3): 251–253.



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